domingo, 22 de septiembre de 2013

Plazas y parques

Los Parques y Plazas de Tucumán muestran los variados colores que le han dado nombre al Jardín de la República.
Manteniendo la línea arquitectónica de su origen urbanístico, las plazas y parques de las principales ciudades de la provincia, mantienen la importancia cívica a la que deben su nacimiento.
En el centro de San Miguel de Tucumán, capital de la provincia, la Plaza Independencia, es rodeada por importantes edificios, sedes del Gobierno y otras prestigiosas instituciones, convirtiéndose en el espacio verde mas importante de la ciudad. (Descripcion debajo). De similar importancia y aún mayor belleza, se encuentra el Parque 9 de Julio, amplio espacio verde sede de múltiples actividades deportivas y recreativas de los ciudadanos.

Los parques, plazas y peatonales son:
  • Plaza Independencia
  • Plaza Yrigoyen
  • Plaza Urquiza
  • Plaza Alberdi
  • Plaza San Martín
  • Plaza Belgrano
  • Plaza Rivadavia
  • Plazoleta Mitre
  • Plazoleta Dorrego
  • Parque 9 de Julio
  • Parque Avellaneda
  • Parque Guillermina
  • Plazoleta de los Congresales
  • Plazoleta Sur
  • Plazoleta Sarmiento
  • Peatonal Paseo de la Independencia
  • Peatonal Celestino Gelsi o Muñecas
  • Peatonal Isauro Martínez o Mendoza
La Plaza Independencia es una importante plaza argentina de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Se la considera el kilómetro 0 de la provincia de Tucumán y se encuentra rodeada de importantes edificios. En ella confluyen ciudadanos, turistas, comerciantes y espectáculos culturales.
Ubicada en el centro de la ciudad abarcando aproximadamente una ha, fue enmarcada originalmente en 1685. En sus orígenes cumplió la función de Plaza de Armas hasta que, en 1857, fue transformada en un paseo público y es al día de hoy el más concurrido de la capital tucumana. Bastante densamente forestada, su vegetación interior está formada por lapachos, laureles, tarcos, palmeras y naranjos



La Plaza Urquiza posee distintos tipos de árboles y 
plantas la cual la hace muy pintoresca además posee una fuente y un lago artificial que están conectados.

Se destaca una estatua de Jorge Luis Borges cuyo autor es el desaparecido escultor Herman Langlouis.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Contaminación



Contaminación
La contaminación ambiental es uno de los temas más preocupantes en Tucumán.
Los ríos que recorren la provincia sufren los efluentes industriales y, por ende, se deteriora la calidad de vida de los tucumanos. También es un problema la disposición final de los residuos urbanos. El Gobierno debería asumir un rol activo en la prevención de la contaminación, para que la provincia no pierda su estatus de “Jardín de la República”. 

   
Uno de los temas que más aflige a los ciudadanos de Tucumán es el elevado grado de contaminación que se observa a lo largo y a lo ancho de toda la geografía provincial -que incluye cauces de ríos, aguas superficiales y acuíferos- y del ambiente en general.
   Esto, sin duda, conduce a una mala calidad de vida que, lejos de dignificar a los ciudadanos que vivimos en estas tierras, nos provoca una serie de trastornos somáticos, propios de vivir en ambientes insalubres. 
   La mala gestión en el tratamiento de los efluentes industriales -de numerosas agroindustrias- en la provincia y el pésimo dispositivo final que se utiliza en los residuos urbanos y cloacales crean focos de contaminación e infección que atentan contra la flora, la fauna y el medioambiente local.
   También se genera una gran cantidad de plagas, vectoras de enfermedades que afectan a la población en su conjunto. Todo ello es fruto del desorden en la relación hombre-naturaleza.
   En epoca de zafra trabajan a pleno gran parte de las industrias de la provincia y es cuando el pico de la contaminación llega a su máxima expresión. Esto fue históricamente así en Tucumán.
   Ante esta situación de desidia, negligencia y a veces hasta de mala intención de muchas industrias, el Gobierno nacional debería tomar en forma urgente cartas en el asunto y hacer cumplir la ley de manera estricta.
   Esta sería la mejor manera de ser justos con todos los ciudadanos; es decir, nivelar mediante el cumplimiento de la ley y no de su vulnerabilidad. Es equitativo que todos cumplan con la ley y que el que esté fuera de esta deba pagar sus consecuencias. En otras palabras, que reciban multas y hasta clausuras de establecimientos fabriles, o que se remuevan funcionarios, si el problema es generado por el propio Estado.
   Se necesita un programa de control y de prevención para evitar que se arrojen efluentes industriales a los cauces de los ríos. También para que los residuos domiciliarios no terminen en basurales.
   Es necesario evitar la quema de los cañaverales y obligar a las empresas a que traten los efluentes que generen las industrias y, al Gobierno, los cloacales.
   Ésta sería la mejor manera de recrear un plan de gobierno en materia medioambiental, digna de países desarrollados que protegen a sus habitantes, a su flora y a su fauna.
Todos debemos luchar por una política de desarrollo sustentable y concientizar a los industriales sobre los beneficios de llevar adelante una adecuada gestión en materia de medio ambiente en el ámbito en que se desenvuelven.
   Si bien los indices de contaminación son importantes, aún se está a tiempo para cumplir con el sueño de una provincia que es conocida en el país y en el mundo como el “Jardín de la República”, y que hoy está amenazada por desechos y por una polución que podrían marchitar su atractivo.

Arqueologia (C)

Tafí del Valle

Dentro del Período Prehispánico, se destaca la cultura de la región tafinista, considerada como una de las que alcanzaron el más alto grado de desarrollo antes de la llegada de los españoles. Eran agroalfareras, basaban su economía en el trabajo de la agricultura y conocían las técnicas de la cerámica, metales y textiles. Llevaban una vida sedentaria, se juntaban en grupos que mantenían una considerable cantidad de población y una organización social más compleja que la de los pueblos de a Patagonia y el Litoral.
Urna Santamariana - Quilmes - Tucumán - Argentina   Cerámicas decoradas con figuras geométricas, imágenes reales o fantásticas; vasos efigies que representan seres humanos o animales; urnas policromadas o grandes discos de metal decorados con figuras esquemáticas limitadas por líneas de relieves, conforman la producción de esta cultura.
   Las culturas nativas dejaron también su testimonio en grutas y abrigos de las montañas. La zona ofrece muestras de arte rupestre.
   Período Colonial:. El rasgo que caracteriza a las obras de este período es, como sostiene Héctor Schenone, "El predominio de lo religioso... y la funcionalidad que se otorgó al arte como instrumento persuasivo y transmisor de ideas". Artistas y artesanos trabajaron en función de una comunidad cuya vida social estaba centrada en el templo. La Iglesia misma era una manifestación de esos valores: fachadas-retablo eran el nexo entre los hombres y el espacio sagrado, al interior, los retablos repetían esta función y en ellos los artistas coloniales lograron notables exponentes.
   Una mención especial merece la labor de la Compañía de Jesús: sus arquitectos hicieron templos y edificios para su orden, pero también para otras, e incluso edificios civiles.
   Los pintores jesuitas trabajaron en las ciudades del Río de la Plata, Tucumán y Paraguay, incorporando pinturas y esculturas a los templos y, dedicándose también a la formación de indígenas, mestizos y negros en sus talleres. Numerosos son los nombres y testimonios de su producción, que trascendieron el tiempo y llegaron hasta la época actual.
   De uno a otro período se produjeron saltos abruptos ligados estrechamente a los cambios políticos, económicos y culturales, de importancia, acaecidos en el país.
   En el conjunto jesuítico de La Banda, funciona un museo histórico, arqueológico y de arte religioso que, por su riqueza de su patrimonio y el valor arquitectónico del edificio, es uno de los más importantes del NOA.

   El visitante, el historiador especializado y aún los propios tucumanos pueden recobrar así, una visión singular y asombrosa de aquel pasado en que, con la cruz y la espada se fueron forjando los rasgos más salientes de la conquista española en este rincón del sud de América.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Arqueologia (B)

ARQUEOLOGÍA

Diaguitas, calchaquíes, tafíes, tonocotés, lules, son sólo algunos de los grupos aborígenes que habitaron la geografía tucumana y parte del Norte Argentino. 
Su legado se ve plasmado en importantes sitios arqueológicos que se encuentran ubicados tanto en las llanuras, como en zonas montañosas de la provincia.
Junto a las vecinas provincias de Catamarca, Salta y Jujuy, Tucumán es considerado un tesoro arqueológico que evidencia el asentamiento de considerables poblaciones precolombinas, las cuales detuvieron dignamente durante años el avance español.

Ruinas Quilmes


Sin duda, son las ruinas precolombinas mas importantes del país. Las primeras evidencias de poblamiento calchaquí datan del 800 DC. A mediados del siglo XVII habría alcanzado una población de más de 3.000 habitantes. en su área "urbana" y más de 10.000 si contamos el área de influencia que controlaba. Su ubicación es estratégica. La ciudadela está en la cima del cerro Alto del Rey, a 1850m de altura, y hay dos fortalezas sobre sendas crestas montañosas, una al norte y otra al sur, desde la cual se controla todo el valle. Sobre los faldeos del cerro se ubica la principal zona residencial, con más de 100 unidades habitacionales distribuídas de manera regular. Cada unidad consta de una gran casa comunal de forma rectangular, que estuvo rodeada posiblemente de galería y que servía a las tareas generales de cada familia. A los costados hay construcciones circulares que se usaban como depósitos, molienda sobre morteros excavados en la roca, o tumbas. Más hacia el sur de este conjunto hay una zona edificada cinco veces más grande, cercana a una represa construída en piedra cuyo agua era utilizada para el regadío de los canchones de cultivo aterrazados dispuestos sobre las laderas, que maximizaban los recursos de agua y suelo fértil.
La cultura que habitó esta ciudad había logrado un alto grado de organización social y económica, que junto con su estratégica ubicación en medio del valle los hizo resistir firmemente los intentos de evangelización y la posterior conquista militar.
 La ciudad de los Quilmes se convirtió en el último bastión indígena ante el avance colonizador español. Recién pudo ser doblegado cuando se lo aisló de sus cultivos y de sus fuentes de agua. Las 260 familias Quilmeñas sobrevivientes fueron deportadas en una inhumana caravana a pié hasta las tierras al sur de la provincia de Buenos Aires, que hoy llevan su nombre.
Te recomendamos visitar el impecable Museo de Sitio, al pié de las ruinas. El sector habitacional puede recorrerse fácilmente. Las subidas a las fortalezas y a la ciudadela en la cima del cerro requiere buen estado físico y calzado adecuado. En verano, tratá de evitar llegar al mediodía. Para tomar fotos, el sol de las 4 de la tarde es el mejor.